viernes, 16 de diciembre de 2011

El fiscal exige 3 y 4 años de cárcel para los acusados de la muerte de un niño en el Liceo

Piscina del Liceo de La Coruña

Fuente y Fotografía: La Opinion
TANIA SUÁREZ | A CORUÑA
Doce minutos. Ese fue el tiempo que transcurrió desde que una profesora vio a Diego Novo descalzo en el vestuario de la piscina del Liceo hasta que la monitora y el socorrista encargados de la clase vieron el cuerpo del menor en el fondo de la piscina. El niño, según el fiscal, regresó al recinto sin que la monitora ni el socorrista se percatasen de su ausencia de la actividad ni de su regreso. La Fiscalía exige que los dos profesores sean condenados a cuatro años de cárcel y pide tres años de prisión para cuatro responsables del colegio
Las seis personas a las que responsabiliza el fiscal de la muerte de Diego Novo, el niño de cuatro años que se ahogó en una clase de natación obligatoria del colegio Liceo la Paz el 30 de marzo de 2009, se enfrentan a penas de tres y cuatro años de cárcel. La Fiscalía exige que el socorrista, la monitora, el coordinador de actividades, el director técnico y los dos propietarios del centro sean condenados por cometer un delito de homicidio imprudente.
La profesora habitual de la clase de natación de Primero de Educación Infantil C, de la que formaba parte la víctima, no acudió a clase el día de los hechos porque tenía una cita en el médico, por lo que se hicieron cargo del grupo de 14 niños el socorrista de la piscina y otra monitora del colegio. "Ambos asumieron el control y la vigilancia del grupo en el que se encontraba Diego. Ninguno puso en conocimiento de su superior jerárquico, el coordinador de las actividades deportivas, el hecho y las circunstancias de la sustitución, puesto que, contraviniendo las normas del centro, procedían así habitualmente cuando se trataba de ausencias de corta duración", sostiene el representante del Ministerio público en su escrito de calificación.
El socorrista y la monitora, para los que la acusación pública demanda cuatro años de cárcel, colocaron las burbujas de seguridad a los pequeños. El procesado, siempre según el escrito de calificación, impartió la clase. "Permaneció todo el tiempo fuera del agua pese a la corta edad de los niños", señala la Fiscalía, quien recalca que la sustituta realizaba "labores de apoyo y vigilancia". La mujer, a las 12.25 horas, acompañó a uno de los alumnos al baño y regresó a los pocos minutos con el menor, al que colocó la burbuja e incorporó a la clase.
El fiscal indica que a las 10.26 horas una de las profesoras de apoyo, que acudía para ayudar a los menores a vestirse, vio a Diego en el vestuario y le mandó ponerse las chanclas porque iba descalzo. La ayudante, según el informe, no acompañó al niño porque confiaba en que la monitora o el socorrista lo estuviesen esperando en la puerta de acceso a la piscina.
"Como consecuencia de la falta de vigilancia de los dos adultos, el niño regresó a la zona de la piscina sin que ninguno de ellos se hubiera percatado ni de su ausencia ni de su regreso y sin que haya podido determinarse la forma ni el momento exacto en que entró de nuevo en el agua", asegura la Fiscalía, al tiempo que recalca que la monitora abandonó la zona de la piscina a las 10.29 horas, antes de que terminase la clase, y sin avisar a sus compañeros. "A su regreso, a las 10.31, el socorrista había finalizado la clase y se dirigía al interior de las duchas con el grupo de niños. Durante ese tiempo, la piscina quedó sin vigilancia alguna, incumpliendo el acusado su deber fundamental como socorrista de ocuparse exclusivamente y en todo momento de la vigilancia del recinto", destaca el representante del Ministerio público.
El socorrista y la monitora se percataron de la presencia del cuerpo de Diego en el fondo de la piscina cuando el procesado salió de las duchas y se encontró con la imputada, a las 10.38 horas. La última persona que había visto al niño fue la profesora de apoyo a las 10.26 en el vestuario. Los dos acusados se arrojaron a la piscina para tratar de reanimarlo. El socorrista alertó a los servicios de urgencias, que llegaron a las instalaciones a las 10.47 horas. Los especialistas intentaron reanimar al niño durante casi 50 minutos, pero no pudieron hacer nada para evitar su fallecimiento.
El fiscal exige una condena de cuatro años de cárcel para el socorrista y la monitora y de tres años de prisión para los otros cuatro sospechosos -el coordinador de actividades, el director técnico y los dos directores-propietarios-. La Fiscalía sostiene que los seis acusados cometieron irregularidades en las funciones que tenían asignadas para garantizar la seguridad de los niños durante las clases de natación, que son obligatorias en el centro. El Ministerio público, además de las penas de cárcel, demanda que los imputados abonen a los padres de Diego una indemnización de 150.000 euros.

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