miércoles, 15 de agosto de 2012

Un sencillo desmayo puede ser mortal en el agua



Fuente y Fotografía: La Vanguardia 
Esta podría ser una temporada trágica en las playas catalanasEs lo que advierte Òscar Camps (Barcelona, 1963) vicepresidente de la Associació catalana d’empreses de salvament y director de Pro-activa, empresa de socorrismo encargada de la vigilancia de buena parte del litoral catalán. Para Camps las 13 muertes contabilizadas hasta el momento, que atribuye al aumento de usuarios en la costa, podrían llegar hasta las 20 porque “los imprudentes aún no han aparecido”. Este jefe de socorristas pide prudencia a los bañistas y da, además, consejos para disfrutar de la playa sin sobresaltos.

- Aumentan las muertes y también las imprudencias en la playa. ¿A qué se debe?
La playa se ha consolidado como lugar de ocio. Y es gratuita, por tanto está masificada. Ha aumentado el número de usuarios. Además también hay personas de cierta edad que la frecuentan que tienen una serie de patologías crónicas asociadas como la hipertensión, la diabetes… Son patologías sencillas pero que se pueden complicar con el sol. Un desmayo sencillo, en el agua puede ser mortal.
- ¿La mayoría de muertos son por ahogos de este tipo?
Los rescates en los que el usuario pide socorro suceden en las películas. En el Mediterráneo, con playas completamente masificadas, solo tenemos este tipo de incidencia los días que hay bandera roja o amarilla. Normalmente una persona que se ahoga es porque pierde el conocimiento y respira agua.
La mayoría de casos de ahogados son víctimas indetectables: personas que han sufrido algún problema en el agua que no les ha permitido pedir ayuda; que se ven sorprendidas por un desmayo o por un infarto o por cualquier otra consecuencia que le hace perder el conocimiento sin poder pedir ayuda. Es muy difícil detectar una cabeza que desaparece. Por eso no hay que bañarse solo, porque si te pasa algo nadie está pendiente de ti.
- Más consejos.
Hay que bañarse en zonas vigiladas. Si tienes algún tipo de patología crónica debes consultar al médico por si hay que modificar la medicación para ir a la playa ya que hay medicamentos que pueden alterar el nivel de conciencia. Tampoco hay que alejarse demasiado de la orilla. Si tienes malestar o escalofríos, debes salir del agua. Tampoco hay que tirarse al agua si se desconoce la profundidad. No hay que arriesgar.
- ¿Cuáles son las causas más habituales por las que se atiende a la gente en la playa?
A parte de los accidentes habituales como las contusiones, fracturas, insolaciones, picadas de medusa o accidentes a la hora de acceder a la playa, hay casos más graves: las patologías crónicas. La gente que, por ejemplo, tiene problemas coronarios y está en la playa y tiene un brote.
- ¿Qué hacen en estos casos?
Activar el 061 o el SEM. El número de evacuados en ambulancia en la playa ha aumentado respecto a años anteriores. Estamos teniendo más gente y más incidencias. No sé si todas las personas mayores que van a la playa se toman la medicación… En muchas ocasiones estas personas nos usan como CAPs y hay ancianos que incluso vienen a que les tomemos la tensión.
- ¿Este año hay menos efectivos en las playas?
Recortes hay en todas partes… Ya veremos cuántos ahogados habrá cuando acabe la temporada y cuántos de ellos se habrán producido fuera del horario de socorristas. Estamos sensibilizando a la población para que no se expongan demasiado al sol en las horas de máximo riesgo pero en algunos casos están recortando los horarios de vigilancia y hay playas en las que se empieza a vigilar a las 11 ¡casi a la hora central del día! cuando las personas mayores se bañan a primera hora de la mañana en ese caso sin vigilancia.
- Entonces hay menos efectivos.
… No creo que los ayuntamientos se atrevan a sacar socorristas de sus playas, lo que sí quitan son días. Si antes la temporada era de cuatro meses, ahora es de dos y medio… Ya veremos cómo acabará la temporada… Todo hace pensar que aún no hemos tenido las típicas muertes de mala mar, los típicos muertos de bandera roja que cada año salen en los periódicos. Los imprudentes aún no han aparecido.
- ¡Esto agrava la situación!
Todo hace pensar que esto será la tormenta perfecta y que podemos acabar la temporada con 20 muertos. Tener afluencia masiva, olas de calor, gente mayor en la playa, temporadas recortadas… Solo hace falta que la climatología del mar se ponga en contra para que batamos récords. Nosotros estamos atentos y ya he dado indicaciones específicas a los 400 socorristas que tenemos para que estén especialmente atentos a los hipertensos, a los diabéticos…
- ¿Hay más imprudentes?
Todo aumenta. Excepto un par, entre los muertos que llevamos este verano hay gente de 20, de 30 y de 70 años. Las imprudencias van asociadas a la edad y a zonas más turísticas: Lloret, Sitges, Cubelles… En la costa central, en la provincia de Barcelona, que es donde se acumulan casi ¾ partes de la población, los problemas viene más por complicación de patologías.
- Quizás la información debería estar más al alcance de la gente…
Sí. Mi abuelo me enseñó todo lo que hay que saber de la playa y todos los que somos de costa tenemos cultura de baño. Pero hoy en la playa hay mucha gente que no ha nacido aquí y que no la tiene y usa la playa sin conocimientos. Para ellos una roca es un paraíso para saltar o hacer excursiones. En este ámbito tenemos muchas intervenciones. De los accidentes medulares en verano, el 80 % son por tirarse de cabeza en zonas en las que no se conoce la profundidad. Pero esto, más que una imprudencia, es inconsciencia porque no hay conocimiento de lo que estás haciendo. Ven en los anuncios que la gente se tira de los acantilados…. Hay que saber que la playa es un espacio hostil, que el agua es un espacio hostil, que cualquier cosa que nos pase en el agua puede ser un problema. Hay que respetar el mar.
- La gente debe pensar que el mar comporta una serie de peligros…
Exacto. Primero, para entrar en el agua hay que saber nadar. También hay que estar bien de salud: no puedes poner a prueba tu condición física en el mar ni tomar riesgos innecesarios. La gente piensa que es fácil eso de ir a nadar hasta la boya pero ¡está a 200 metros! No es algo que todo el mundo pueda hacer. Si arriesgamos más de la cuenta y lo hacemos lejos del socorrista tenemos muchos números de que no nos vean o de que cuando nos vean sea tarde. Por tanto, hay que bañarse en zonas vigiladas y cerca de los socorristas. No hay dinero para tener un socorrista cada 100 metros, ni para poner un policía en cada curva peligrosa. Hay que educar al usuario y al turista.
- ¿La gente hace caso a las recomendaciones?
El que infringe, infringe. Y no solo lo hace sino que además arrastra a sus hijos. Y esto obliga al socorrista a estar pendiente de él.
- ¿Pero en general les hacen caso?
Mmmm… Hay franjas que no: los adolescentes y las personas mayores. Y aquí es donde está el peligro.
- ¿Y a las banderas se hace caso?
Son el gran desconocido ¡La gente no sabe ni dónde están! Es muy triste. Crees que la gente las conoce, pero luego te das cuenta que no es así.
- ¡¿La gente no sabe que una bandera amarilla es baño con precaución?!
No saben ni dónde buscarla. Aunque tampoco es que hayan muchas… La iniciativa privada somos los que hemos promovido que la administración se ponga las pilas y se controle el número de muertos, por ejemplo, y ahora Protección Civil hace un registro. Hay que pensar que Catalunya es el primer destino turístico de España y los turistas no solo vienen a ver el Museu del Barça, se vienen a bañar. Y esta gente no está acostumbrada a mirar la bandera. Los inmigrantes tampoco lo saben… y usan mucho la playa. Y si encima hay el mástil de la bandera azul, el mástil de no sé qué y de no sé cuántos… al final ya no sabes qué es qué.
- Hay demasiados estímulos en la playa…
Exacto. La playa debería ser un espacio más natural y con una representación sanitaria.
- También han aumentado los casos de submarinistas embestidos. ¿Quién es más imprudente, la embarcación o el submarinista?
Algunas veces son los propios usuarios de la embarcación los que tienen el accidente mientras se bañan junto a la lancha. En otros casos es un bañista que está fuera de la zona delimitada porque difícilmente una embarcación entra a la zona de baños porque los socorristas lo detectan y no lo permiten. Una de nuestras tareas es velar por la buena convivencia entre bañistas y practicantes de deportes náuticos. El socorrista debe advertir a los bañistas, especialmente a los turistas, ya que es posible que no sepan por qué están las boyas.
- Este año también hay más medusas en la costa ¿Han aumentado las atenciones por picadas?
Sí. No hay que intentar cogerlas porque lo único que conseguimos es que se rompan y que sean más urticantes.
- Para acabar, díganos que utensilios y actitudes son imprescindibles para pasar un tranquilo día en la playa.
Si se va en hora de máxima radiación solar, hay que ir bien protegido con crema, no exponerse muchas horas, llevar una sombrilla e ir intercalando el sol con la sombra. Evitar comer grasas y tomar alimentos ligeros como fruta, ensaladas, hidratos de carbono… Las gafas de sol también son imprescindibles. Y si llevas a un niño y no quieres estar pendiente de si le da el sol, es bueno ponerle una camiseta de lycra. Además lo visualizarás mejor. 
Hay que pensar que el socorrista no es la niñera de la playa.
- Especialmente hay que hacer caso de lo que diga el socorrista.
(Risas). Sí, si no has tenido un abuelo como el mío, hay que hacer caso al socorrista. Y preguntarle lo que sea porque está allí para que la gente le hable. No estoy a favor del socorrista que está sentado en una silla y es asocial. No está solo para que no te ahogues, está para todo.

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