domingo, 12 de junio de 2011

Disfrutar del agua con los niños y con seguridad.

Llega el verano, días de piscinas y playas y diversión en el agua bajo el sol. El verano es una explosión para los bebés y los niños, pero también una fuente potencial de amenazas. Hay que recordar que el ahogamiento es la segunda causa de muerte accidental en niños menores de 4 años, sólo detrás de los accidentes de tráfico y que casi el 80% de esos niños fallecen en las bañeras o en las piscinas de su casa, no en las piscinas públicas o en las playas.
Por ello debemos tomar medidas de precaución para garantizar que su seguridad, dentro y, sobre todo, alrededor del agua, es la adecuada para los riesgos a los que están sometidos y de los que pocas veces somos conscientes. Unos sencillos consejos pueden ayudarnos a disfrutar de un baño seguro con nuestros hijos.


1 – SUPERVISION CONSTANTE: NUNCA LOS PIERDAS DE VISTA.
Nunca des la espalda a tus hijos cuando estén dentro o cerca del agua, bastan unos segundos para que puedan estar en serio peligro. Asignar responsabilidades y tareas concretas para su supervisión a cada adulto, de manera que no haya ninguna duda sobre quién está supervisando a los niños en cada momento. Y recuerda, otro niño o un hermano mayor no pueden en ningún caso sustituir la supervisión adulta.
Esta regla debe aplicarse igualmente para todas las actividades que tengan que ver con los niños y el agua. Nunca dejes sólo a un niño desatendido en la bañera; contestes al teléfono, salgas de la habitación, le pierdas de vista o le dejes al cuidado de otro hermano, ni siquiera cuando se estén bañando los dos juntos y en este caso, asegúrate de que cuando saques al primero, otra persona adulta supervisando al segundo o sácales a los dos al tiempo, nunca dejes sólo al hermano mayor.


2 – PROTEGE LA PISCINA.
Si tienes una piscina en tu casa, instala un sistema de barrera que cubra todo el perímetro de modo que los niños no puedan acceder o caer accidentalmente, con altura suficiente y puertas con sistema de cierre a prueba de niños.


3 – RETIRA TODOS LOS JUGUETES DE LA PISCINA
Cuando no se esté usando, retira todos los juguetes y objetos que los niños utilizan o asocian con el baño de la piscina y sus inmediaciones, incluyendo aquellos elementos que pueden usar para encaramarse a la valla de protección, como sillas o juguetes grandes.


4 – EVITA Y ELIMINA LAS DISTRACCIONES
La principal causa de las distracciones en la supervisión alrededor de la piscina es un adulto contestando al teléfono, yendo al interior de la casa a hacer alguna tarea, para abrir la puerta, o estar atendiendo a otro niño. No contestes al teléfono si para ello tienes que ir al interior. Pero un teléfono inalámbrico o el móvil no significa que puedas contestar. Si es necesario, hazlo brevemente, indica que no puedes hablar porque estás vigilando a los niños y devuelve la llamada más tarde. Si es imprescindible que salgas, saca a los niños del agua, cierra las protecciones y llévalos contigo.


5 – LOS FLOTADORES NO PROTEGEN
Los flotadores, tablas, manguitos y otros dispositivos flotantes dan a niños y padres una falsa sensación de seguridad. Son divertidos y ayudan a que los niños disfruten y aprendan más fácilmente habilidades acuáticas, pero pueden desinflarse, volcar o deslizarse, dejando a los niños en una situación muy peligrosa.


6 – ENSEÑALES COMO COMPORTARSE CON SEGURIDAD EN EL AGUA
Aprender y reforzar todas las reglas de seguridad en el agua y, por encima de todo, enseñar con nuestro ejemplo. Obedecer los consejos del Socorrista, en piscinas y playas y llevar chaleco salvavidas siempre que se realicen actividades como navegar, piragüismo o pasear en patines de playa.


7 – LLEVALES A CLASE DE HABILIDADES ACUATICAS
Aunque saber nadar no es por sí sólo un elemento de seguridad en el agua, los niños que han acudido desde bebés a clases en el agua adquieren después más fácilmente las habilidades necesarias para aprender a nadar.
Lo que sí ha demostrado su eficacia es el aprendizaje de las llamadas “habilidades de auto-rescate en el agua”, que trabajan reacciones de flotación y supervivencia ante una eventual caída en el agua. Desde que son capaces de andar, los niños pueden aprender fácilmente estas habilidades que se están expandiendo entre los monitores de natación para los más pequeños. Puedes ver un ejemplo en el vídeo del final de la entrada.


8 – APRENDE COMO ACTUAR EN UNA EMERGENCIA.
Aprender a reanimar a un niño o adulto está al alcance de cualquier persona, todos hemos visto un “Boca a Boca” y un masaje cardíaco en la televisión.
De que la RCP (Resucitación Cardio-Pulmonar o Soporte Vital Básico), se realice de inmediato, sin esperar a que llegue el sistema de emergencias médicas, depende en gran medida que una víctima se recupere o no lo haga.
Lo que no todos saben es que conocer y practicar cómo se hace correctamente y en la secuencia adecuada es algo que se aprende en apenas un par de horas y nos proporcionará seguridad y tranquilidad para intervenir si es necesario.
En la Escuela Segoviana de Socorrismo impartimos periódicamente formación para padres en Soporte Vital Básico.

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